LECTURA BÍBLICA: 1ra. Samuel 18.1-4; 19: 1-7; 20.1-42; 1ra. Samuel 23:16-18; 2da. Samuel 9:1-13
MENSAJE CENTRAL: El verdadero amigo es como un hermano en tiempo de angustia.
PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN:
- Entender que Dios nos ha dado amigos para no estar solos.
- Reconocer que la amistad es un valor que se debe cultivar.
- Ser un verdadero amigo(a).
ACTIVIDAD MOTIVADORA: "CADA COSA EN SU LUGAR"
Integrantes: Los que desean participar.
Instrucciones:
- En trozos de papel, el director de juego escribirá nombres y/o palabras que tengan relación. Esto lo hará en pares y en papeles separados. Ejemplo: Ojo - párpado, píe - zapato, mano - guante, entre otros ejemplos.
- Se entreveran los papeles para entregar uno a cada participante, los cuales deberán leer los nombres que les ha tocado. Luego se les vendará los ojos y caminarán en cualquier dirección en medio del salón.
- A la señal de juego, cada participante dirá fuertemente el nombre o palabra que le ha sido asignada, para que pueda ubicar a su amigo(a) y sentarse en su lugar. Los amigos o amigas en encontrarse al último, perderán.
FRASE DE CONEXIÓN: Chicos, este juego fue muy divertido. ¿saben? ¡Cuán importante es tener verdaderos amigos! Amigos(as) que se amen, que se ayuden y valoren en todo sentido. En la Biblia, encontramos a dos verdaderos amigos ¿quieren escuchar de quienes se trata? Entonces escuchen con atención esta historia.
HISTORIA BÍBLICA
El hijo del rey Saúl, el príncipe Jonatán, había quedado muy impactado por la valentía de David al derrotar al gigante Goliat. Y es así, como ambos se hicieron grandes amigos e hicieron un pacto de amistad ¿saben que hizo Jonatán? Se quitó la capa y la túnica que llevaba puesta, además de su arco, su cinturón y su espada, y se la dio a David en señal de ese lindo pacto (1 S. 18:3). Dice la Biblia que Jonatán llegó a querer tanto a David como a sí mismo. Sin embargo, su padre, el rey Saúl sentía celos y envidia de David, porque veía que su fama se iba extendiendo, y todos lo querían mucho, además tenía éxito en todo lo que hacía porque Dios lo cuidaba y ayudaba. Por tal motivo; el rey se convirtió en su peor enemigo, y buscaba la manera de matarlo, algo que le preocupaba mucho a Jonatán.
Un día, el rey Saúl ordenó a su hijo y a sus oficiales que mataran a David, pero como el príncipe lo amaba mucho, le avisó del peligro que corría y le dijo: “Mi padre está tratando de matarte ¡Escóndete en el campo! Mañana temprano hablaré con él para que no te haga daño”. y así lo hizo, con mucho temor y respeto habló con su padre logrando que Saúl jurara no matar a David. Lamentablemente no cumplió con su juramento, porque nuevamente David tuvo que volver a huir de las manos del rey quien estaba decidido acabar con su vida.
Al principio, Jonatán no podía creer lo que su padre quería volver hacer y le dijo: “Te juro por el Señor que trataré de conocer las intenciones de mi padre hacía ti. Si para entonces aún vivo, trátame con la misma bondad con que Dios te ha tratado. Y si muero, no dejes de ser bondadoso con mi familia”. Y de esa manera, hicieron un nuevo pacto (1 S. 20:17). Es así que el príncipe decidió ayudar a David por medio de una clave secreta, que solamente ellos dos entenderían y le dijo: “Vete al sitio donde te escondiste la vez pasada, y Yo lanzaré tres flechas, y le diré a mi criado que vaya a buscar las flechas. Si me oyes decir: “Las flechas están cerca de ti; anda, tómalas”, podrás salir tranquilo, pero si le digo: “Las flechas están más allá”, vete, porque eso es lo que Dios quiere que hagas”.
En esos días se celebraba una fecha especial en el palacio, en la que David tenía que estar presente. Cuando el rey Saúl preguntó: “¿Por qué David no vino ayer a la comida, ni tampoco hoy?”-Jonatán respondió: “David me pidió permiso con urgencia para ir a Belén para estar con su familia” – Saúl al escuchar la respuesta, se enfureció con su hijo y le dijo: “¡Ya sabía que estabas del lado de David! Mientras él viva, Tú no podrás llegar a ser rey. Así que manda que me lo traigan porque merece morir”- ¿Y por qué debe morir? ¿Qué mal ha hecho? Respondió Jonatán. Y el rey se enfureció y le tiró la lanza con intención de matarlo.
Al día siguiente, el príncipe llevó a su criado e hizo tal como le había prometido a su amigo con la clave de las flechas. Cuando David salió de su escondite, ambos se abrazaron y lloraron amargamente para despedirse, a lo que Jonatán le dijo: «Vete tranquilo. Tú y yo hemos jurado por Dios que siempre seremos buenos amigos. Que Dios nos ayude, y que ayude a nuestras familias a cumplir este juramento». ¿Saben? En otro momento, Dios permitió que el príncipe visitara una vez más a David donde estaba escondido para darle ánimo y para ayudarle a fortalecer su confianza en Dios con estas bellas palabras: “No tengas miedo, mi padre no podrá encontrarte. Tú vas a ser rey de Israel, y yo seré menos importante que tú. Y esto, hasta mi padre lo sabe”. Y ese mismo día volvieron a renovar su pacto de amistad y de Paz delante de Dios. (1 S. 23:18).
Con el tiempo, David se enteró que el rey Saúl y Jonatán habían muerto, y lloró muchísimo por ellos, y hasta les compuso un hermoso poema.
Cuando David llegó a ser rey, y se enteró de que Mefi-boset, el hijo de su mejor amigo había sobrevivido y que había quedado inválido, de inmediato, lo mandó llamar y le dijo: “No tengas miedo, en memoria de Jonatán, tu padre voy a cuidar de ti. Haré que se te devuelvan todas las tierras de tu abuelo Saúl, y en adelante comerás siempre conmigo en mi mesa”. Cumpliendo así su juramento de amistad entre él y su amigo Jonatán.
APLICACIÓN
Algo que podemos aprender de esta historia es:
- Los príncipes como Jonatán, pertenecían a una clase social muy alta, en la que disfrutaban de todos los beneficios que la sociedad les brindaba: Comodidades, lujos y otros espacios. Y es así, como los príncipes la pasaban bien entre ellos. Sin embargo, a pesar de sus diferencias sociales, el príncipe Jonatán encontró en David a un gran amigo, un muchachito de campo y empleado de su padre. Tanto así, que lo amó como a sí mismo, y hasta hizo un pacto de amistad con él. No le importaba que David se sentara en el trono como futuro rey de Israel, y más bien siempre lo protegió de la maldad de su padre, arriesgando hasta su propia vida, pudiendo ser acusado de traidor; reafirmando así su pacto de amistad.
- David, confiaba plenamente en Jonatán, sabía que su amistad era verdadera, y más aún, cuando le entregó sus pertenencias más valiosas como su capa, la túnica que llevaba puesta, además de su arco, su cinturón y su espada en señal del pacto de amistad entre los dos. Tuvo mucho respeto y reverencia hacía su amigo Jonatán, además de ser bondadoso con su familia y de cumplir con la promesa que le hizo. Ten presente que, así como estos dos jóvenes supieron cultivar su amistad demostrando cada día actitudes de amor y respeto, de la misma manera, nosotros debemos cuidar las amistades que tenemos.
Mensaje para tu vida: La amistad que hubo entre el príncipe y David fue verdadera. De la misma manera, Jesús quiere ser tu amigo, estar en todo momento contigo, compartir tus alegrías y tristezas, sin embargo, Él está esperando que lo recibas en tu vida como tu Señor y Salvador ¿Te gustaría hacerlo hoy mismo? (Orar con ellos y que repitan la oración que usted haga).
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “En todo tiempo ama al amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia”. Proverbios 17:17
HOJA DE ACTIVIDADES:
BIBLIOGRAFIA: Varios. Manual "Conectados con valores", Lección 7. Lima-Perú. Presbiterio Lima Norte y Callao-IEP. 2023
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